Aliméntate bien

Gozar de buena salud es esencial para conservar un peso saludable, prevenir enfermedades y brindarle a tu organismo todos los nutrientes necesarios para el desarrollo sus funciones. Por ello, estos consejos que te resultarán útiles.

La variedad es la clave: Arma tu menú considerando todos los grupos alimenticios. Una forma sencilla de saber si existe variedad es sirviéndote distintos colores en tu plato.
Lento pero seguro: Come despacio y mastica bien los alimentos. Esto brinda sensación de llenura, te permite apreciar bien los sabores y evita que comas demás.
La combinación ideal: Es importante combinar carnes y derivados además de cereales, vegetales y frutas. Lo ideal para un plato nutritivo es que un cuarto este compuesto por proteína animal, un cuarto por carbohidratos y un 50% del plato por frutas y verduras.
Atento con reemplazos: Si no te gusta la carne o algún otro ingrediente, puedes buscar reemplazos, por ejemplo, utiliza 1 o 2 huevos como una alternativa para consumir proteína.
5 de 5 son efectivos: Recuerda consumir alimentos 5 veces al día. Son 3 principales y 2 refrigerios pequeños: desayuno, colación, almuerzo, colación y cena.
Desayuno de reyes: Un desayuno completo cubre adecuadamente tus requerimientos nutricionales. En la mañana es cuando más energía requieres.
El secreto del color son las frutas y los vegetales: Es importante que estén dentro de tu menú diario, el consumo de vitaminas, minerales y fibra ya que cuando combinas variedad de colores también incluyes variedad de nutrientes.
Cocina inteligente: Al cocinar, utiliza alimentos bajos en grasa, es decir semidescremados o descremados. Enfócate en preparaciones que requieran poca grasa: asado, a la parrilla, al vapor o al horno.
Paso a paso llegarás más lejos: Realiza cambios en tus hábitos alimenticios, gradualmente. No te presiones.
El más y el menos: Ten cuidado con excesos o carencias. Esto hace que mantengas tu peso y evites comer más de lo que realmente necesitas.
Saltarse comidas es un error: Cuando ayunas obligas al cuerpo a almacenar energía en forma de grasa.
Cuidado con abstenerse: Lo importante es controlar las cantidades y la frecuencia de consumo de los alimentos. No hay que dejar de comerlos.
No exageres por sabor: Para dar sabor a tus comidas no es necesario utilizar azúcar y sal en demasía, al contrario, lo que provocas es disminuir la posibilidad de disfrutar el sabor natural de los alimentos.
Conoce tus debilidades: Si te excediste, recupérate en los siguientes días. Trata de disminuir el consumo de alimentos altos en calorías, así equilibrarás tu alimentación nuevamente.